viernes, 14 de octubre de 2011

EL PIB turístico español cerrará 2011 con un alza del 2,6%, 2.806 M euros más.

La desaceleración que los expertos vislumbran en las economías alemana y británica para final de año perjudicará, y mucho, al turismo español en el cuarto trimestre, especialmente al tráfico de negocios, mayoritario en estos meses. A pesar de ello, y debido al “alentador” trimestre veraniego, en Exceltur han revaluado sus previsiones y estima que el PIB turístico cerrará 2011 con un incremento del 2,6%, que representa 2.806 millones de euros más.


Este porcentaje de subida supone casi multiplicar por cuatro la prevista tasa de crecimiento de la economía española, que el Gobierno fija entre un 0,7% y un 0,8%; mientras que esos 2.806 millones de euros se sumarán a los 108.000 millones generados por el sector en 2010. 
De hecho, ese alza del 65% (1.835 millones de euros) se debe exclusivamente al flujo de turistas “prestados” de los países del Norte de África. Y es que, “si no se hubiera producido la primavera árabe, el PIB turístico se hubiera incrementado tan sólo un 0,9% a final de año”.
Incertidumbre
El comportamiento de los mercados europeos marca ahora la evolución del turismo español, provocando cierta inquietud entre el empresariado. Los subsectores más perjudicados serán la hotelería urbana y las compañías de transporte, cuyos precios sentirán la presión de la contracción económica de nuestros principales emisores si finalmente se produce.
Por el contrario, los grandes grupos de agencias de viajes vaticinan incrementos de ventas por el calendario de puentes de los próximos meses, favorable a las escapadas, aunque con un empeoramiento de los márgenes a causa de la debilidad de la demanda interna. Por su parte, los hoteles vacacionales de Canarias y los que han alargado la temporada en Baleares anticipan nuevos crecimientos de demanda y de beneficios, pero de menor intensidad que los del verano.

El Turismo crece 4 veces por encima de la economía, pero con baja rentabilidad

La tasa de crecimiento del PIB turístico en España se ha intensificado hasta el 3,1% durante los meses centrales del verano, al continuar y acentuarse el fuerte tirón de la demanda extranjera “prestada” de países árabes, lo que significa que el sector turístico crece más de 4 veces que la economía española (0,7%)

Sin embargo, aunque las ventas de las empresas turísticas españolas se han elevado durante el tercer trimestre del año, esto no se ha traducido con la misma intensidad en los resultados, donde la rentabilidad ha caído en algunos casos en un 39%, según ha adelantado la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur). 

En definitiva, llegan más turistas a España pero el sector está estancado y la demanda turística interna, que se mantiene muy débil, sigue sin levantar cabeza. No se espera que la demanda española aporte este año al crecimiento de la actividad del sector. Tampoco ayuda la privatización de aeropuertos como Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat que pueden suponer una subida de tarifas.Con estos datos, el ‘lobby’ ha revisado al alza sus previsiones para el conjunto de 2011 -el pasado mes de julio cifró en el 2,2% este aumento- y ha estimado que la actividad turística cerrará el año con un crecimiento del 2,6%, mientras que la tasa de crecimiento española lo hará en un 0,7% o 0,8%Estos resultados, que suponen una “bocanada de aire fresco”, se deben sobre todo al buen comportamiento de la llegada de turistas extranjeros. De esta manera, se han creado 36.463 nuevos empleos en ramas turísticas hasta agosto, un 1,8% más que el existente en el sector en el mismo mes del pasado año.


En consecuencia, el turismo se consolida como el sector con mayor capacidad de empleo en España, mientras que en el resto de la economía se siguen destruyendo puestos de trabajo a ritmos del -1,3%.“Flujos prestados”A pesar de estas cifras, no se puede hablar de tendencia de mejora competitiva en turismo porque son “flujos prestados”. Estos se basan en la demanda de turistas extranjeros venidos de destinos competidores del mediterráneo afectados por la inestabilidad geopolítica.

El sector turístico español ha crecido en 2011 por la demanda extranjera pero no es un escenario llevadero en el tiempo. De hecho, sin esos imprevistos ajenos del mundo árabe, el turismo hubiera crecido en España apenas un 0,9%, según los datos aportados por la alianza turística.

Sorpresa positiva con los rusos

Los turistas rusos le han dado una alegría inesperada al sector turístico este verano. El gasto medio diario se ha incrementado en España gracias a la llegada masiva de estos viajeros al agilizarse la concesión de visados de origen. Los rusos, con un aumento del 61% en pernoctaciones hoteleras en el acumulado de junio a agosto de 2011 respecto al pasado año, son los turistas que más gastan, pero también los que más exigen. Sin contar el transporte, su gasto promedio son 93,5 euros frente a los 77,6 euros de la media habitual.

Unir al sector privado

Las cifras de crecimiento del verano demuestran que el turismo es un sector que puede recuperar la economía española y el empleo. Por ello, de cara a la próxima legislatura, Exceltur reclama que el sector turístico sea convertido en una prioridad del Gobierno, sin apostar por infortunios ajenos como el ocurrido en el norte de África. Según las estimaciones de la alianza, la puesta en marcha de una política de Estado en favor del turismo podría suponer para la economía española una aportación media de 2.939 millones de euros más anualmente, creando 35.000 nuevos empleos cada año hasta 2015.Exceltur propone, como mínimo, situar al sector bajo el paraguas de una secretaria de Estado exclusiva, de no poder ser un Ministerio. Además, el ‘lobby’ apuesta por transformar Turespaña y el Instituto de Estudios Turísticos (IET) en organismos mixtos para facilitar la mayor implicación, cooperación y recursos adicionales, al integrar en sus órganos decisorios a las 17 comunidades autónomas y el sector privado. En definitiva, la Alianza para la Excelencia Turística plantea a la nueva legislatura 2011-2015 unir al sector privado para sumar compromisos y voluntades como sucede en otros países.

martes, 11 de octubre de 2011

El dragón chino, ya es la cuarta potencia turística mundial


Miguel Angel González Suárez
Directivo  FIJET España
Publicado el 18 de mayo de 2008

Al paso agigantado al que va la República Popular China, en menos de una década se consolidará como el destino turístico más importante del planeta.

Tratándose del país más poblado de la tierra, superando los 1.300 millones de habitantes, y el cuarto más grande, en cuanto a extensión territorial (por detrás de  Rusia, Canadá y los Estados Unidos), no es de extrañar el crecimiento vertiginoso de  la economía china, en los últimos años. Desde 1979, ha mantenido un incremento medio del 9,4% anual, un registro astronómico si se compara con el de los más industrializados. La gigantesca inversión que se está realizando en China en infraestructuras, industrias y servicios de todo tipo; está tirando a su vez de la economía mundial. El dragón compra ya el 40% del cemento mundial, el 25% del aluminio y, entre el 20 y el 50%, de otras materias primas vinculadas a su desarrollo. El avance industrial y los bajos costes de su mano de obra hacen que se incremente masivamente sus parámetros comerciales con el exterior. Las exportaciones crecen sobre el 35% y las importaciones sobre el 42%. Con los actuales volúmenes de su comercio exterior, resulta que China se convierte en el principal factor del que depende el crecimiento de los países más importantes del planeta y, por supuesto, de sus vecinos más cercanos. De la economía china depende un 28% del crecimiento de la alemana y un 21% de la de Estados Unidos. Los chinos aportan el 25% al crecimiento del PIB mundial, mientras que Estados Unidos un 20% y la Unión Europea un 14%. Eso da idea de la gran influencia que va a tener lo que pase en China sobre el resto del mundo.

Turísticamente sigue consolidando su posición entre los primeros destinos turísticos del mundo gracias a sus crecimientos anuales que superan el 10 %, por quinto año consecutivo y el mayor en los últimos catorce años. Sus principales países emisores son: 1.- Japón, 2.- Corea del Sur, 3.- Rusia, 4.- EEUU, 5.-Malasia, 6.- Singapur… Al menos 11 de sus 16 esenciales mercados emisores registraron índices de crecimiento de dos cifras (el coreano y el ruso progresaron en torno al 20 %). Cabe señalar que, según la Administración Nacional de Turismo de China, el volumen de turismo emisor del país arrojó un índice de crecimiento aún más importante del 18%, lo que redundó principalmente en beneficio de Asia y el Pacífico. El pasado año la industria turística aportó a este gran imperio oriental el 12,2% del Producto Interior Bruto (PIB).

China, al cierre de 2007, ocupó la cuarta posición como destino receptivo mundial. 1.- Francia: 81,1 millones. 2.- España: 59,2 millones. 3.- EEUU: 56,7 millones y 4.- China: 54,7 millones de turistas extranjeros. El gran dragón rojo alojó en 2006 a 49,9 millones de visitantes. En 2005, a 46,8 millones y en 2004, a 41,7 millones de turistas.

Haciendo una comparativa con España; nuestro país recibió durante 1995 a 46,6 millones de turistas extranjeros y en 2006, llegó a 58.5 millones de llegadas. China alojó en 1995 a 27 millones y en 2006, a 49.6 millones. Mientras que España crecía en 11 años el 20%, China lo hacía casi al 46%. ¡Interesante comparativa! Su crecimiento ha sido y es, sencillamente fastuoso; en una década casi ha doblado los turistas recibidos. No existe ningún precedente de estas características.

El dragón ya es una seria amenaza turística para el primer destino internacional que es Francia, para el segundo, España y para el tercero, que es EEUU. Todos los pronósticos indican que será el destino mundial favorito en los próximos años y por lo tanto desbancara a estos destinos consolidados.

En cuanto a ingresos por turismo, en 2004 fueron 25.739 millones de dólares. En 2005 esta partida alcanzó los 29.296 millones y, al cierre de 2007, llegaron a los 33.949 millones de dólares. Para poder hacer una comparación: EEUU es el primer destino mundial en ingresos por turismo y en el ejercicio pasado llegaron a los 122.700 millones de dólares. Está claro, que el gigante asiático es un país en el que el nivel de gasto está muy por debajo de los más grandes.

Los estudios revelan que es un país por descubrir, que cuenta con innumerables riquezas y tesoros que los viajeros desean y quieren conocer. Gracias al contraste entre culturas, la occidental y la oriental, a sus costumbres y su historia, China ha conseguido cautivar, año tras año, a millones de viajeros que siguen en astronómico crecimiento.

Es un país rico en recursos turísticos, con grandes cadenas montañosas, colosales ríos, lagos, rápidos y cataratas, magníficas muestras de artes arquitectónicas, animales y plantas exóticas, así como numerosas reliquias del pasado. Los lugares más visitados son: Beijing o Pekín (capital de la República Popular China y cuna de su antigua civilización), Shanghai (principal ciudad industrial y comercial de China), Guangzhou (popularmente conocida como Cantón). Shenzhen, Xi´an (que fue una de las antiguas capitales de China que sirvió intermitentemente como capital durante las dinastías Zhou, Qin, Han, Sui y Tang.  Quilin (Guilin), bella ciudad subtropical, es famosa por sus brillantes paisajes. Hangzhou (la cuna de la seda y del té), Suzhou, Tianjin, Kunming, Dalian, Xiamen, Nanjing. Las antiguas culturas y civilizaciones chinas se pueden apreciar en la Muralla China, los Guerreros y Caballos en Terracota del Emperador Qinshihuang, las bucólicas colinas y aguas de Guilin, o la misteriosa y oriental Ciudad Prohibida.

De acuerdo a fuentes oficiales turísticas, los circuitos que más se venden son: 1.- Beijing-Xi´an-Shanghai. 2. - Beijing-Xi´an-Shanghai-Guilin-Guangzhou. 3.- Beijing-Xi´an-Luoyang-Nanjing-Suzhou-Shanghai-Hangzhou-Guilin- Hongkong.

Esta claro que China se convertirá en menos de una década en el principal país turístico del mundo.

China, simplemente espectacular


Miguel Angel González Suárez
Directivo FIJET España
Publicado el 11 de noviembre de 2009

Mis viajes por este admirable planeta, desde muy temprana edad; el acto de conocer lugares, personas, costumbres, tradiciones, historias... me han hecho   mucho más tolerante con cualquier situación; a la vez que me ha enriquecido ampliamente.
Que desafortunado es concebir estereotipos que te penetran subliminalmente, desarrollados por la sociedad que te rodea y por la información dictada que te impregna, y te desinforma. Por no contrastar lo difundido y complementarlo.
Esto es lo que ha sucedido con China. El cliché que me he creado a través de los input que he ido procesando, concibió en mí un destino distorsionado. No era un lugar preferente, dentro de mis prioridades. Pero, afortunadamente he dejado que la eventualidad interior no se convenciera por esta recreación que he realizado del país. Por ello “la causalidad” ha conseguido que este año haya surgido la oportunidad de visitarlo en dos ocasiones. Si este hecho no se hubiese confabulado, habría dejado pasar los años con una imagen injustamente equivocada. Hoy después de conocerla, me rectifico en mi ignorancia y posicionó a China como destino recomendado nº1. China es simplemente espectacular.
Me he recreado en su capital, Beijing, llena de historia, tradición, cultura y a la vez modernidad, he paseado por la Gran Muralla, me he impregnado de la magia de La Ciudad Prohibida, he vibrado en su Opera, una de las mayores expresiones de su cultura y he convivido, como uno más, en esta gran urbe de 17 millones de habitantes. He callejeado por su espectacular y vistosa capital económica y financiera, Shanghai, (el “New York” de Oriente); la ciudad que más brilla cuando el sol desaparece; donde se combina el mejor diseño, la modernidad, las nuevas tecnologías, espectaculares infraestructuras, con la historia legendaria. He levitado magnéticamente en el tren más rápido del mundo: el Maglev y he subido a edificios que rozan el cielo en esta ordenada ciudad de 18 millones de habitantes. He absorbido las tradiciones de la ciudad de Hangzhou, a orillas del río Qiantang, capital de la dinastía Song. Marco Polo dijo de ella que era “la ciudad más suntuosa y elegante del mundo”. He paseado por Suzhou una de las urbes más hermosas y famosas de toda China. Situada en la parte baja del río Yangzi, a orilla del lago Taihu en la provincia de Jiangsu, cuna de la cultura Wu. Existe un proverbio chino que dice: "En el cielo está el paraíso y en la tierra están Suzhou y Hangzhou”.
Y después de reordenar y saborear miles de imágenes y momentos. Lo primero que tengo que destacar de este dragón gigante, es su Seguridad. Ya existen pocos destinos en el mundo donde este valor, tan importante tenga niveles tan elevados. El segundo factor determinante: la amabilidad de sus ciudadanos y en tercer lugar, y no por ello el último: la Calidad Total (en todo). Este concepto, en comparación con muchos destinos, lo superan ya con creces. Uniendo estos tres componentes determinantes: Seguridad, Amabilidad, Calidad y agregándole: su historia y sus tradiciones ancestrales. Podemos establecer un precio medio de mercado y compararlo. Conclusión: resulta un país turístico con altos valores y unos costes muy razonables. En la actualidad, una estancia de 8 días, en los mejores hoteles, conociendo y visitando todo lo que permita el tiempo, degustando la mejor gastronomía, volando entre ciudades y comprando todo lo que luego nos permitan transportar de regreso, puede hacerse por unos 1.400 euros por persona. Añadamos que se encuentra a 10 mil kilómetros y por lo tanto a unas 10 horas de vuelo.
China es un destino turístico que lo tiene todo: clima, sol, playa, ríos, montaña, nieve, cultura, historia, tradiciones, gastronomía, compras al más alto nivel y también al más asequible bolsillo, movimiento, olores, serenidad, música, colores..., cualquier tipo de turista encontrara su lugar en este seductor territorio, ahora especialmente abierto al mundo y sin ningún tipo de cortapisa. 
Es el país más grande de Asia, y el cuarto del mundo tras Rusia, Canadá y EEUU y el más poblado con 1.300 millones de habitantes. Será la segunda economía mundial en 2010 desplazando a Japón y los expertos ya pronostican que en 2020 superará a EEUU. En 2008, fue el cuarto país más turístico del planeta por detrás de Francia, EEUU y España. Pero los estudios vaticinan, si sus políticas siguen en el progresivo desarrollo económico y aperturista, que en menos de una década será el primero en el mundo. En turismo interior son los reyes.
Económicamente se prepara para llevar las riendas de la recuperación global junto a Alemania que son las dos principales potencias exportadoras del mundo. El gran dragón en 2009, ejercicio de profunda crisis económica internacional ha crecido por encima del 7,5%.
Con todos estos datos económicos y turísticos solo puedo decir que visitar China es de obligado cumplimiento y que los chinos son una especie de alemanes de oriente: serios, rigurosos, muy trabajadores, amables y altamente hospitalarios.



China ya supera turísticamente a la lánguida España


Miguel Angel González Suárez
Directivo FIJET España
Publicado el 4 de septiembre de 2010

El pasado año por motivos de trabajo viajé en dos ocasiones a un mundo de ensueño, China; un país cargado de historia y cultura ancestral, de exotismo, paisajes, naturaleza, y sobre todo muy acogedor. Primero me impregne de la magia milenaria mesturada con el modernismo de su capital, Pekín y posteriormente me deslumbro su futurista centro económico y financiero, Shangai. Consecuentemente, me pare seriamente a pensar y analizar para poder establecer una comparación con cientos de otros destinos turísticos por mí conocidos y quede gratamente sorprendido de lo mucho que aporta este gigante. Extraordinarias infraestructuras aeroportuarias, las mejores carreteras y autopistas, muy buenos servicios de transporte, excelentes hoteles y como no, la valoración de su calidad en relación al precio: (nota máxima 10); pero sobre todo lo que da más garantías a la hora de elegir un destino es la seguridad, y en este caso también nota máxima. El único pero... es que todavía la lengua inglesa no esta muy introducida. Pero estoy convencido de que en los próximos 10 años habrá más chinos que hablen ingles que norteamericanos. En las tres últimas décadas los chinos se han convertido en los alemanes de oriente, muy responsables y trabajadores, además de sabios en copiar y mejorar todo lo que se les ha puesto por delante, y sin duda expertos en venderlo a posteriori al resto del planeta a precios sin competencia.

Siempre cuento a mis amigos, como uno de tantos ejemplos que mis gafas progresivas en este viejo continente me costaron 1000 euros y tardaron una semana para confeccionarlas; en Pekín, las mismas, las montaron en 2 horas y al módico precio de 30 euros. Al regreso las lleve a un óptico y sin decirle procedencia, ni precio, me certifico que eran correctas para mí graduación; todavía sigo sin creérmelo. Otro ejemplo, una televisión de plasma de 40 pulgadas, de una marca china, la podrán adquirir por no más de 120 euros, cuando en Europa hay que multiplicar esta cifra como mínimo por 10. Los mejores hoteles del país, “que en occidente todavía no existen”, en cuanto a todo: servicio, calidad, habitaciones, restauración, profesionalidad etc. te ofrecen una semana que no supera los 600 euros. Siete días, con avión, traslados, excursiones, hotel, espectáculos y hasta compras, no exceden los 1100 euros. Todos estos son pequeños ejemplos que yo les animo a que los conozcan y los vivan, aunque solo sea una vez; en este grandioso país que en menos de una década será con diferencia el primer destino mundial del turismo, pues se prevé que para 2017 recibirán 135 millones de turistas.

En 2009, año de durísima recesión internacional, una de las pocas economías que creció y además como la espuma fue la de China. Cerró el ejercicio con un aumento del 8,9%. El ascenso económico en los últimos treinta años constituye uno de los acontecimientos más notables de la historia reciente de la humanidad, y también uno de los fenómenos más difíciles de comprender. Para occidente, los masivos cambios que se han dado en el gigante asiático desde finales de la década de los setenta son aún un misterio. Para el pueblo chino, en cambio, son la causa de una inesperada y gran mutación que ha introducido a su país, casi de repente, en lo más avanzado de la modernidad.

Si alguien, hace treinta años, hubiese sido capaz de profetizar cómo iba a ser China en 2010, se habrían reído de él, como lo hicieron en su época de Julio Verne.  Nadie podía sospechar que el programa de “reforma económica y apertura al exterior” lanzado en 1978, iba a desembocar, en el proceso de desarrollo económico más espectacular de la historia universal, por su velocidad, por afectar a un quinto de la humanidad y por haber combinado tres procesos de cambio: el de una economía planificada a otra de mercado, de una rural a otra urbana y de una cerrada a otra globalizada.

Los éxitos que se han conseguido han provocado un rápido y espectacular cambio de mentalidad, y su vez, una apertura económica sin precedentes. El futuro del mundo se perfila con casi absoluta  probabilidad en un predominante tono de color amarillo. China ha dejado ya atrás a Alemania como tercera superpotencia económica, disputa el segundo puesto a Japón y pisa muy de cerca los talones a la número 1, a la que parecía invencible, a la gran potencia que siempre fue la estadounidense.

A todo esto hay que añadir que España perderá el tercer puesto turístico en favor de China durante este año. Superará a España en el ránking de turistas con 54,6 millones de llegadas frente a las 52,7 millones previstas para España según las estimaciones del World Travel Tourism Council (WTTC). Los segundos serán los EEUU, con 55,5 millones y el liderato seguirá en manos de Francia con 71 millones de visitantes.

Los estudios ya sitúan en esta cuarta posición a España al menos hasta 2020, momento en el que registrará 65,7 millones de turistas, muy por detrás de los 81,1 de Estados Unidos, que seguirá en tercera posición. En 2017 China ya habrá arrebatado a Francia el liderazgo de primera potencia mundial.

España perdió el segundo puesto en 2007 a favor de EEUU y en 2010 perderá el tercero en favor de China. Si no se cambia el modelo turístico español seguiremos retrocediendo en casi todos los parámetros esenciales. No obstante es importante considerar que en esta próxima década y como consecuencia del espectacular progreso de este país, el dragón chino que es la quinta parte de la población mundial, además de ser el territorio donde residen más millonarios del mundo, también será a su vez, quien exporte más de 100 millones de turistas hacía el resto del planeta.

España debe estar alerta y tratar de conseguir una buena parte de ese pastel, vendiendo bien nuestro producto, y necesariamente para ello es preciso que seamos rigurosos y serios.

El truco del turco en Turquía

MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ SUÁREZ 

Directivo de FIJET España


TENÍA mucho interés y curiosidad por vivir en primera persona qué es lo que allí sucede y qué están haciendo en el sector turístico de ese país euroasiático, en razón del progresivo crecimiento, que durante esta última década ha sido muy llamativo y sin duda para los que estamos relacionados con el turismo, realmente sorprendente.

Turquía, a día de hoy, ocupa ya la séptima posición en el ranking mundial y el pasado año recibió la importante cifra de 25,9 millones de turistas extranjeros. Las previsiones para el cierre de 2010, según la OMT, aportarán un nuevo y espectacular crecimiento del 10%, que cristalizará en la recepción de 30 millones de turistas. De seguir en esta progresión, en 2020 Turquía estará entre los cinco primeros destinos del planeta. A su vez, en el conjunto de la economía, la potencialidad del mercado turco, las negociaciones de adhesión a la UE, su apertura económica y las reformas estructurales plantean una serie de oportunidades avaladas por su crecimiento económico continuado. Por su parte, los analistas señalan que los indicadores económicos apuntan a que el comportamiento de la economía de ese país será mejor que la de sus vecinos, y además, es de esperar que el PIB aumente un 5% en 2010.

Durante 2009 fue uno de los pocos países turísticos que creció; subrayemos que fue un año de plena crisis económica internacional, de hecho, terminó el ejercicio posicionándose como uno de los principales destinos del Mediterráneo, con un incremento del 3%. En contraposición, los 10 primeros países turísticos registraron números rojos. A todo esto hay que añadir que ya los turistas británicos prefieren pasar sus vacaciones en Turquía en detrimento de España, que ha venido siendo su destino favorito. Los ingleses crecieron un 30% en este país en 2009.

Con todos estos datos pragmáticos era obligatorio ir y poder analizar "in situ" lo que venía sucediendo en Turquía. ¿Cuál es el truco del turco en Turquía? Bullía en mi cabeza la idea de que cuando llegara a Estambul me encontraría una ciudad gigantesca de 15 millones de habitantes, en cierto modo desordenada y muy al estilo de El Cairo en muchos aspectos, con una cultura islámica muy penetrante, y es así en algunas cosas, como el del tráfico, pero en poco más.
Volé con la Turkish Airlines, de la cual hay que destacar que es una magnifica compañía, con más de 130 aeronaves de última generación y un servicio a bordo de primer orden.

La idea y el bosquejo que tenía preconcebido no se ajustó en nada a la realidad. Llegué a una ciudad moderna que puede asemejarse a cualquiera de las europeas de primera línea. Estambul es mucho más europea que algunas de las ciudades de la Unión, sin que aún pertenezca a la misma. Quizás, se esté desnaturalizando a consecuencia de la dichosa globalización, disolviéndose algunos de sus signos de identidad, y si no fuera por el idioma, el Bósforo y sus inigualables monumentos, podría decir que me encontraba en cualquier ciudad próspera del mundo. Estambul es ya una de las grandes urbes del planeta. Caminé por sus calles y me sentí como en casa, sin percibir ningún tipo de agobio y con una muy buena sensación respecto de la seguridad.

Quizás uno de sus puntos débiles, como sucede en nuestro país, y especialmente en Canarias, sea el servicio en general, pues carecen de buenos parámetros de calidad. La profesionalidad es una de sus asignaturas pendientes, y sin duda en la que tienen que trabajar intensamente, si el objetivo final es que se produzcan aceptables índices de repetición.

Me alojé en uno de los grandes hoteles de la ciudad, en lo alto de una colina desde la cual se divisaba el Bósforo, que separa la parte europea que abarcó durante el Imperio Otomano también a la provincia europea de Rumelia, hoy perteneciente a la parte asiática. En el afamado Hilton, que cumplía 55 años y cuya compañía tiene amplios planes de crecimiento en el país, ¡sorpresa!, encontramos bastante deficiencia en el servicio al cliente y una carencia notable de calidad. ¡Tremendo para un 5 estrellas de lujo!

Tras un recorrido, conociendo su espectacular patrimonio, viajé a su centro turístico más importante, su buque insignia: Bodrum, situado a unos 700 km. al Sur, en el Mediterráneo, la zona turística por excelencia. Lugar vacacional de sol y playa, que sólo recomiendo en temporada estival ya que a partir de octubre el tiempo es desapacible y allí hay poco que hacer. Sigo insistiendo en proclamar que el mejor destino de Europa entre septiembre y abril son las islas Canarias y continuamos sin saberlo vender adecuadamente en nuestros mercados naturales.

En la península de Bodrum hay muy buenas instalaciones alojativas y las grandes cadenas están casi todas instaladas allí; posicionadas en parajes mediterráneos únicos, llegando sus complejos hasta el mismo mar. Pero de nuevo descuidan lo principal, la formación, pues tiene muchas carencias. Los trabajadores son educados, pero no amables, y carecen del conocimiento necesario y de las principales técnicas para poder dar un buen servicio. La calidad en esta materia es deficiente. Son muy respetuosos, pero no están adecuadamente formados. En cuanto a la gastronomía en general, en estos "resorts" de cinco estrellas es muy básica y poco elaborada, dejando en muy mal lugar a la tradicional gastronomía turca, que es exquisita.

Tras un amplio estudio y estableciendo la comparación con otros destinos competidores, llegué a la conclusión de que la gran diferencia, su seña característica, viene marcada exclusivamente por el precio. El truco de Turquía está realmente en los precios. Es un destino barato y mientras mantenga ese nivel de oferta seguirá creciendo, eso sí, si no lo remedia liquidando el hándicap de su baja calidad. Lo peor es que se está ya equiparando a Europa y cuando eso se produzca, con la moneda y la mejora en la calidad de vida, se forzará sin querer el aumento de los precios del paquete, y en ese instante los avispados operadores turísticos internacionales cambiarán de rumbo y trasladarán a esos millones de turistas a otros destinos más interesantes, para que sus cuentas de resultados puedan ser más positivas si cabe.

Están en el momento de plantearse una estrategia turística de futuro, con el objeto de no sobredimensionarse, calcular su capacidad de carga, y disponerse a formar, formar y formar, que es el punto más débil de su producto. En cuanto al resto, y por lo dicho, recomiendo que hagan una visita a este peculiar país.